El vino se destaca por su perfil aromático afrutado y floral, con notas frescas de frutas rojas como fresas y cerezas, acompañadas de un toque de hierbas y minerales. Su vinificación resalta la frescura de la uva, sin el uso de barricas, lo que permite que la pureza y la tipicidad de la Quebranta se expresen con claridad. En boca, el vino es ligero, equilibrado, con una acidez vibrante y un final suave, lo que lo hace ideal para acompañar platos ligeros como pescados, mariscos y ensaladas frescas.
Este vino forma parte de la línea Patrimonial de Viñas Queirolo, que resalta el uso de variedades peruanas tradicionales y muestra el potencial de los vinos del Valle de Ica. La cosecha de este rosado ha sido reconocida con 90 puntos en la Guía Descorchados 2024, destacando su calidad en el ámbito vinícola.