Solear nace en 1938, producto de la obsesión por crear una manzanilla única de Manuel Barbadillo Rodríguez, reconocido escritor y apodado el bodeguero ilustrado por los medios de la época.
Manzanilla Solear sigue siendo hoy un vino de gran complejidad y elegancia, donde la larga crianza biológica, el cuidado y la paciencia, ofrecen la plenitud de una manzanilla con 6 años bajo velo de flor, al borde mismo del inicio del camino oxidativo aunque aún con un carácter evidentemente manzanillero. La Manzanilla con mayúsculas.